José Martí y el próximo Clásico

Las aguas turbias y el trato diferenciado por el gobierno de los Estados Unidos sobre la participación del equipo de béisbol de Cuba


Si José Martí estuviera vivo de otra forma, porque vivo se encuentra en nuestras duras batallas de hoy, lo más seguro es que ya hubiera escrito del trato discriminatorio hacia Cuba en el cercano V Clásico Mundial de Béisbol.

Vamos a recordar dos elementos: Nos encontramos en días del aniversario 170 del natalicio de nuestro Héroe Nacional (28 de enero de 1853), y la muy esperada competencia será del 8 al 21 de marzo.

El “lo más seguro” lo inserté porque siempre he visto con mucho respeto, y necesidad de sumo cuidado, imaginar cómo él reaccionaría ante fenómenos de estos tiempos. En este caso me parece algo claro.

Unas poquitas horas antes de sentarme frente a la computadora la Federación Cubana de Béisbol (FCB) emitió una nota en la que condena el tratamiento discriminatorio a nuestro país por la licencia otorgada por el gobierno de los Estados Unidos a los organizadores del Clásico. En días anteriores, el presidente de la FCB, Juan Reynaldo Pérez Pardo, se había pronunciado más de una vez sobre varios problemas ya divulgados, en medio de semanas de mucha tensión (algunos de ellos sobre los permisos a jugadores cubanos residentes en Estados Unidos).

Muy claro

Es fácil imaginarnos entonces que Martí, crítico de la hegemonía y las injusticias estadounidenses, hubiera puesto su pluma bella y convincente para amonestar todo ese proceso cargado de aguas turbias.

Y el momento nos parece oportuno para recordar que escribió de nuestro deporte nacional, o que incluso llegó a presenciarlo, de lo cual da fe esta foto publicada en la revista BOHEMIA (28 de enero de 1953, fecha del centenario del nacimiento del Héroe Nacional).

En esa imagen aparece en las gradas de un juego de béisbol en 1880, junto a la niña María Mantilla, celebrado en Long Island, Nueva York, donde vivía entonces y era el centro de ese deporte. El que aparece entre ellos es José María Sorzano, que como el resto de los fotografiados eran amigos de Santiago de Cuba.

No le gustaba, en aquel mundillo de las bolas y los strikes que presenció, las apuestas y el interés de los jóvenes de firmar como profesionales en vez de interesarse por oficios con mayor incidencia social.

También reconoció a este deporte y su importancia en la formación de la identidad cubana.

No fue esa su única presencia en un partido.

Un pionero

Vamos a recordar algo más abarcador: en el ejercicio del periodismo abordó la práctica sistemática del deporte y la educación física en la formación integral del hombre.

“La mente ha de ser bien nutrida pero se ha de dar con el desarrollo del cuerpo, buena casa a la mente”.

Se le considera uno de los periodistas cubanos pioneros en escribir acerca de los deportes. Lo hizo de atletismo, ajedrez, boxeo, las corridas de toros, gimnasia, esgrima, fútbol colegial norteamericano, patinaje sobre hielo, regatas de velas, entre otros.

El boxeo profesional de hoy es menos inhumano que el de hace pocas décadas. No fue nada casual que en esos años trágicos, por citar tan solo un ejemplo, el colega Víctor Joaquín Ortega titulara uno de sus libros Crimen en el ring y otros momentos, una recopilación de su amena sección de entonces en el periódico Juventud Rebelde.

Martí dejó en blanco y negro sus impresiones sobre el pugilismo:

En el diario La Opinión Nacional, de Caracas, el 4 de marzo de 1882, aparece una crónica suya sobre el combate efectuado días antes en Mississippi entre John L. Sullivan, campeón mundial de los pesos completos, y Paddy Ryan, retador, ganado por Sullivan después de nueve despiadados asaltos.

La sangre

El Apóstol reflejó así tan impresionante combate: “En el circo había damas. Y a la par que los jayanes se dieron a las manos y ponían a hervir la sangre que iba a correr abundosa a los golpes, encuclillados en el suelo, contaban los segundos (seconds) los dineros que se habían apostado a los hombres. ¿A qué mirarlos? A poco ruedan por tierra, llevándolos a su rincón y bañarles los miembros; embístense de nuevo, sacúdense sobre el cráneo golpes de maza; suenan los cráneos como yunque herido: mancha la sangre las ropas de Ryan, que cae de rodillas, en tanto que el mozo de Boston, saltando alegre y sonriente, se vuelve a su esquina…”.

¿Le hubiera agradado la eliminación, hace ya algunos años, de la cabecera en los combates del boxeo aficionado?

Voy terminando. Y lo haré con una verdad casi de Perogrullo. El deporte mundial y el nacional tienen muchos problemas importantes de los cuales José Martí quizás también escribiría.


PORTADA CRÉDITO

Foto traída por María Mantilla, publicada en la revista BOHEMIA, el 28 de enero de 1953, donde aparece Martí en las gradas de un terreno de pelota. / Archivo de BOHEMIA.

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2 comentarios

  1. un artículo muy bueno y especial que pone de manifiesto la relación de José Martí y su visión sobre el mismo y la posible opinon sobré el tema en la actualidad a partir de su apreciación de lo visto por el maestro en su tiempo.

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